Tal como sucede con la diabetes y algunos tipos de cáncer, el glaucoma es una enfermedad silenciosa e incurable; es decir, que solo presenta síntomas cuando ya está presente y, muchas de esas veces, cuando ya está muy avanzada, lo que puede significar una pérdida importante de visión que no se puede recuperar.
Debido a su naturaleza como enfermedad silenciosa y de diagnóstico tardío, 870 mil mexicanos corren riesgo de ceguera irreversible.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es un grupo de enfermedades que afectan al nervio óptico de forma progresiva e irreversible con la consecuente reducción de visión y cuyo principal factor de riesgo es la presión ocular elevada. (Consenso Nacional para el Diagnóstico y Tratamiento del Glaucoma, México , 2009)
¿Qué es el nervio óptico?
Imaginemos al nervio óptico como un cable que transmite lo que captan los ojos hacia el cerebro. Este cable consta de más de un millón de fibras que, cuando se enferma por glaucoma, se mueren de forma acelerada hasta que ya no es posible transmitir esas imágenes.
¿Qué es la presión ocular?
Dentro del ojo se produce constantemente un líquido (humor acuoso) que sirve para nutrir algunas de sus estructuras internas. Este líquido circula dentro del ojo hasta salir por un drenaje, también interno, llamado drenaje trabecular. Cuando este drenaje se afecta por medicamentos, golpes, inflamación, envejecimiento prematuro o se obstruye por estructuras del ojo (iris) o cicatrices, ya no permite la salida normal del líquido interno y aumenta la presión intraocular. Al aumentar la presión intraocular se daña el nervio óptico causando glaucoma.
¿El glaucoma es frecuente?
Aunque no existen cifras oficiales, se estima que el 4% de las personas arriba de 40 años en México padecen Glaucoma. De acuerdo con los datos más recientes del INEGI de la población en nuestro país, estamos hablando de cerca de 1.7 millones de mexicanos y mexicanas. Lo más preocupante es que se estima que la mitad de ellos no saben que padecen la enfermedad.
¿Cómo saber si tengo glaucoma?
El glaucoma no causa síntomas hasta que el paciente ya está en una fase muy avanzada de la enfermedad; es decir, una pérdida visual importante. La mejor manera de prevenir la ceguera por glaucoma es acudiendo a una revisión anual con el oftalmólogo.
Es muy importante estar atentos a los factores de riesgo como pueden ser: tener familiares directos (papá, mamá o hermanos) con glaucoma diagnosticado, ser personas mayores de 40 años, aunque existen casos de glaucoma juvenil o congénito que se presentan, incluso en bebés recién nacidos. Adicionalmente, los golpes directos en los ojos y la utilización de gotas con cortisona pueden también generar glaucoma. El riesgo aumenta si durante el golpe se pierde la visión, aunque sea temporalmente, por lo que se requiere una visita inmediata al oftalmólogo para descartar riesgo de la enfermedad.
La información proporcionada en el sitio web sirve para ayudar y no para reemplazar la relación entre un paciente y su médico.